Si te estás planteando tener serpientes como mascotas, existen varias dificultades que considerar si deseas incorporarlas a tu vida. Este tipo de “mascotas” requieren de una cabeza fría antes de ir a adquirir una. Estas son las cosas que deberías considerar:
Lo que deberías saber sobre las serpientes como mascotas
La más importante para muchos es que son carnívoras. Deberás alimentarlas con animales de presa, tales como roedores. Alimentarlas tampoco es del todo sencillo. No son muy buenas para seguir órdenes, tienen mal oído y en muchos casos un mal temperamento.
Para alimentar una serpiente, lo mejor es brindarles alimento muerto y previamente descongelado. Si les ofreces alimento vivo, pueden resultar heridas ya que un roedor a punto de ser devorado luchará por su vida con toda su fuerza. Este es un espectáculo que puede resultar bastante desagradable.
Por otro lado, si no calientas un poco el alimento congelado no le llamará la atención, ya que se guían por la temperatura y por el olfato (el alimento congelado no tiene ni uno ni otro). Después de manipular su alimento lávate muy bien las manos con agua fría y jabón para que tu mano no esté más caliente que la presa ni huela a presa, de lo contrario intentará comer tu mano e ignorará el alimento (que permanecerá invisible a sus sentidos).
Si tu serpiente no quiere comer una presa congelada por más que pasen los días, tendrás que recurrir a las presas vivas…
Un consejo adicional
Las serpientes requieren de un vasto conocimiento sobre su anatomía, sobre sus funciones y su hábitat. La temperatura es vital y sobre todo respetarlas y darles su espacio. Recuerda que no son cariñosas ni podrás jugar con ellas, no les gusta.
Por último, jamás captures una serpiente. Nunca toques, te acerques o manipules una serpiente en libertad, para ello se requieren muchos años de estudio y muchos más de experiencia.